Las Cataratas de Iguazú están localizadas en la frontera entre Argentina y Brasil, dentro de los respectivos Parques Nacionales de los dos Países.
Iguazú es agua, es luz multicolor, la que proporciona los múltiples Arcos Iris que se generan, es la poesía y la música del estruendo, su contemplación nos atrapa porque llena cada uno de nuestros sentidos. Nos obliga a permanecer absortos ante tal tamaño de fenómeno de la Naturaleza.
Alvar Núñez Cabeza de Vaca y su expedición fueron los primeros europeos en dar noticias de ellas en 1542. Según la tradición guaraní las Cataratas se formaron cuando un guerrero indio llamado Torobá se enamoró de Naipi, una dulce y bella joven consagrada al Dios Mboi. Los jóvenes huyeron canoa abajo para disfrutar de su amor, ésto llenó de cólera al Dios Mboi que hizo que el cauce se hundiera frente a los amantes provocando las múltiples cascadas que hoy podemos admirar. La geología nos enseña que la formación tiene que ver con la terminación de forma abrupta de dos coladas de lava basáltica.
Las Cataratas de Iguazú pueden ser visitadas desde Argentina y/o Brasil
Desde Argentina hay tres recorridos que uno no puede, ni debe perderse:
Garganta del Diablo: se accede por unas largas pasarelas que nos adentran directamente en la Garganta, alli donde la horizontalidad de las aguas desaparece y se produce la primera falla, es el punto de división territorial de los dos Países. El estruendo es sobrecogedor y la nube de agua nos moja hasta calarnos.


Paseo Superior: El segundo recorrido es un cómodo y placentero paseo, muy fácil de hacer por el borde de la vertiente Argentina visitando algunos de los muchos saltos de agua que alli se producen.







Recorrido por Brasil: La visita al Parque Nacional por Brasil permite la contemplación de las Cataratas de una forma más panorámica, personalmente es la que más me ha gustado, sobre todo el balcón que nos acerca y adentra en el final del recorrido en la Garganta




Por último la visita a las Cataratas no estaría completa si no se hace un recorrido aéreo. Desde la parte brasileña se puede alquilar un paseo en helicóptero que nos dará una visión global del conjunto y de la gran obra hecha por la Madre Naturaleza


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