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viernes, 9 de octubre de 2009
jueves, 8 de octubre de 2009
Reflejos en el Río Negro
El río Negro es el principal afluente del Río Amazonas, sus caudales se juntan unos kilómetros mas abajo de Manaos, dando lugar a un curioso fenómeno según el cual los caudales de los dos ríos, de colores muy diferentes, corren en paralelo durante muchos kilómetros sin juntarse y es conocido como el "encuentro de las aguas".
Oficialmente es en este punto donde el río pasa a denominarse Amazonas, pues más atras al curso medio, se le denomina Solimoes. Así que, el caudal del Solimoes más el caudal del río Negro forman el Río Amazonas.
El Río Negro debe su nombre al color de sus aguas, que no es precisamente negro, pero que así lo parece al verse desde lejos. El agua tiene un color amarillento-amarronado y se debe a la gran cantidad de ácidos húmicos que lleva en disolución, procedentes de la descomposición incompleta de los contenidos fenólicos de la abundante vegetación. Las aguas tienen una fuerte reacción ácida, es decir, tienen un pH muy bajo, este hecho hace que las larvas de los mosquitos no puedan desarrollarse en este río. Por tanto es la zona en la que los operadores turísticos han aprovechado para instalar los pocos hoteles que existen en la zona de selva amazónica.
Fotográficamente hablando, las láminas de agua son tan extensas, que ayudadas por el color oscuro de las aguas y por las impresionantes nubes y tormentas que cada día se forman, producen unos fenómenos de reflexión que a mi me han parecido espectaculares.
Aquí os dejo una serie de imágenes de estas reflexiones sobre la lámina de agua.
Oficialmente es en este punto donde el río pasa a denominarse Amazonas, pues más atras al curso medio, se le denomina Solimoes. Así que, el caudal del Solimoes más el caudal del río Negro forman el Río Amazonas.
El Río Negro debe su nombre al color de sus aguas, que no es precisamente negro, pero que así lo parece al verse desde lejos. El agua tiene un color amarillento-amarronado y se debe a la gran cantidad de ácidos húmicos que lleva en disolución, procedentes de la descomposición incompleta de los contenidos fenólicos de la abundante vegetación. Las aguas tienen una fuerte reacción ácida, es decir, tienen un pH muy bajo, este hecho hace que las larvas de los mosquitos no puedan desarrollarse en este río. Por tanto es la zona en la que los operadores turísticos han aprovechado para instalar los pocos hoteles que existen en la zona de selva amazónica.
Fotográficamente hablando, las láminas de agua son tan extensas, que ayudadas por el color oscuro de las aguas y por las impresionantes nubes y tormentas que cada día se forman, producen unos fenómenos de reflexión que a mi me han parecido espectaculares.
Aquí os dejo una serie de imágenes de estas reflexiones sobre la lámina de agua.
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